Hace seis años, comenzó la historia de esta maravillosa latina con alma emprendedora en Canadá y su familia, los Ramírez, quienes dejaron su hogar en Colombia para buscar nuevas oportunidades.

Ana, su esposo Juan y sus dos hijos llegaron a Canadá llenos de esperanza, pero también de incertidumbre. Esta emprendedora compartió su experiencia con nosotros en una videollamada y además de contarnos con detalles lo duro que fue para ellos el proceso de emigrar, destacó todo lo que dejaron atrás, las noches sin dormir por la situación económica y muchas otras adversidades con las que se encuentran los latinos en Canadá.

Ana también mencionó la falta de apoyo en la comunidad latina, la desinformación y las dificultades a la hora de conseguir trabajo. Pero la historia de esta familia latina no es triste, al contrario es muy inspiradora. Acá te la contamos cómo una latina con alma emprendedora logra estabilizarse en Canadá.

Primeros Desafíos de los Latinos en Canadá. La Historia de Ana

“Los primeros días en Canadá fueron como una montaña rusa”, recuerda Ana. “Desde el momento en que llegamos, estábamos ocupados desempacando, comprando lo esencial y buscando escuelas para los niños. Todo era nuevo y nos daba miedo. Nos recibió mi cuñada, nos ayudó en lo que pudo, pero al final eramos muchos viviendo en un espacio muy pequeño”.

Juan, su esposo, encontró un trabajo temporal en la construcción, pero Ana, con su experiencia en administración, enfrentó más dificultades. “Envié miles de solicitudes de empleo, hice miles de entrevistas y recibí muchos rechazos. Fueron ocho meses largos y duros. Ninguna empresa grande o pequeña me respondía”.

Ana comenta que se esforzó hasta más no poder, que creó un perfil de Linkedin, que apliacaba diariamente en todas las páginas de empleo, que imprimió y repartió muchas hojas de vida, pero no conseguía trabajo.

¨Fue muy desesperante. Lo que Juan producía semanalmente no daba para cubrir todos los gastos y ya no podíamos seguir viviendo con mi cuñada. Además se acercaba el invierno y no teníamos ropa para este frío, venían más gastos.¨

El Punto de Quiebre. Nace una Latina Emprendedora en Canadá

Un día, mientras caminaba buscando trabajo en un área con restaurantes en la ciudad, Ana se quebró. El choque cultural fue inevitable: desde el clima frío hasta las normas sociales y costumbres diferentes, y aunque la familia estaba decidida a adaptarse en su nuevo hogar, ella no conseguía trabajo.

Su esposo estaba preocupado, cansado y aunque nunca le echó la culpa de la situación, Ana se sentía responsable. Ella estaba dispuesta a trabajar en cualquier área, a adaptarse y a aprender pero no tuvo la oportunidad de entrar en el mercado laboral canadiense, aunque su inglés, como ella dice, no era tan malo.

La autostima de Ana estaba por el piso y aunque nunca bajó la cabeza, ella recuerda ese día como un punto de quiebre, un antes y un después de lo que ella había sido.

Ahora, muchos años después, Ana dice que ese día, entre llantos y ganas de regresar a su Colombia querida, tuvo una epifanía.

“Me di cuenta de que el tiempo se me acababa y que no podía seguir haciendo lo mismo, esperando un resultado diferente…¨

¨Pensé que había una oportunidad para introducir los sabores latinos aquí¨. Inspirada, decidió iniciar su propio negocio de repostería desde casa, con un par de moldes que consiguió en Dolarama.

Ya no contaban con ahorros pero Ana y su esposo hicieron un esfuerzo para comprar los ingredientes para los primeros postres. “Empezamos vendiendo a los amigos de mi cuñada, a nuestros vecinos y a los companeros de trabajo de mi esposo¨.

Como todo comienzo fue duro, pero con perseverancia Ana y su esposo lograron generar una respuesta increíblemente positiva. La gente disfrutaba de los sabores auténticos y de a poco crearon una clientela. Desde aquel momento de la epifanía hasta que logró vender más de tres tortas semanales, no pasó mucho tiempo.

Ana comenta que cuando decidió ser emprendedora todo cambió y el tiempo que le dedicaba a la búsqueda de trabajo y a la preocupación lo invirtió en aprender sobre repostería y marketing.

Crecimiento del Emprendimiento

La demanda de tortas y postres creció. Ana y Juan decidieron mudarse, invertir en un asistente de cocina y otros utensilios, teniendo en mente que el próximo logro sería una pequeña tienda. “Fue aterrador al principio, pero creímos en nosotros”.

Con mucho esfuerzo y dedicación, la idea de Ana se convirtió en un éxito. “Trabajábamos muchas horas, pero valió la pena ver a nuestros clientes disfrutar de nuestros postres”.

Ana también se unió a una red de emprendedores latinos, donde encontró apoyo y asesoría, pero menciona con un poco de tristeza que la comunidad latina le brindó menos apoyo del que ella esperaba.

¨Los latinos acá no se unen como gente de otros países, no se ayudan, y aunque todos pasemos por procesos similares, nos cuesta mucho pensar en el otro y creemos que si damos una mano, nos la quitan¨

A pesar de las adversidades, esta maravillosa colombiana fue creando su red de contactos, incluyendo filipinos, venezolanos, colombianos, salvadoreños y unos pocos canadienses. Además comenta que tuvo la suerte de conocer a muchos latinos que decidieron emprender al migrar a Canadá y aprender de ellos:

“Conocer a otros emprendedores latinos me dio la confianza y los conocimientos para expandir nuestro negocio”.

Reflexión y Gratitud

“Mirando atrás, esos ocho meses de búsqueda de empleo fueron duros, pero también me dieron la fuerza para emprender”, dice Ana con una sonrisa. “Ahora, no solo hemos creado un negocio, sino que también hemos encontrado una comunidad que nos apoya y celebra nuestra cultura”.

Ana anima a otros inmigrantes a no rendirse. “Sé que el camino puede ser difícil, pero con perseverancia y un poco de creatividad, puedes convertir tus sueños en realidad. Nunca dejes de creer en ti mismo”.

Para terminar la entrevista, le pedimos a Ana que nos diera algunos consejos para los latinos en Canadá, aquellos que como ella decidieron llegar a este hermoso país buscando un futuro mejor. Ella entre risas, no dudó en comentar.

Consejos para los Latinos en Canadá

Mantén una Mentalidad Positiva: Cree en tus habilidades y en tus sueños.

No te desesperes: Conéctate con tu versión más positiva, busca en internet o en las redes comunidades de apoyo.

Adáptate al Choque Cultural: Aprende y acepta las diferencias culturales.

Sé Perseverante: No te desanimes por los rechazos; cada no te acerca más a un sí.

Piensa a Largo Plazo: Celebra cada pequeño logro, aunque te falte mucho por recorrer. Lo que hagas hoy, es el fruto de mañana.

Emprende: No te quede de brazos cruzados, cree en ti y consigue la forma de crear un emprendimiento.

La historia de Ana es un testimonio de que, con valor y determinación, es posible superar los desafíos y encontrar el éxito en un nuevo país. Su viaje inspira a muchos otros a perseguir sus sueños y a no rendirse jamás.

Y aunque Ana comenta que no se esperaban que migrar fuese tan duro, ellos lograron adaptarse y cada año ha sido mejor para su familia. Juan decidió obtener certificaciones adicionales, lo que finalmente le permitió conseguir un trabajo estable en su campo.

Ana comenzó a ofrecer sus servicios de repostería en la comunidad local, hoy le distribuye a 4 restaurantes y, eventualmente, espera abrir su propia pastelería. Los niños se adaptaron bien a la escuela y prosperaron académica y socialmente.

Un Nuevo Comienzo

Seis años después, la familia Ramírez se ha establecido exitosamente en Canadá. Mirando hacia atrás, esta latina emprendedora comenta estar agradecida por el viaje y las lecciones aprendidas.

Hoy en día, comparten su historia con otros inmigrantes, alentándolos a mantener la esperanza y la perseverancia. La historia de los Ramírez es un testimonio de que, con determinación y apoyo, es posible superar los desafíos y prosperar en un nuevo país.

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